Para alguien que está empezando en el mundo de la música, comprar una herramienta es el primer gran paso. Los instrumentos de música de segunda mano son la mejor alternativa para obtener un objeto de alta calidad, sin arriesgarse a gastar demasiado. Al principio del camino musical las primeras impresiones no suelen ser las definitivas. Quizás, como Dave Grohl, empieces tocando la batería para cambiarte a la guitarra y voz. En ese caso, no querrás acabar con un trasto enorme en un rincón de la casa.
Elegir un instrumento, ya sea un violín, teclado o una guitarra eléctrica de segunda mano, no es cuestión baladí. Aquí conocerás algunos consejos para decidir con criterio.
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Ya sea porque te estás iniciando o quieres probar un sonido nuevo, el tipo de instrumento marcará su naturaleza. ¿Te gustaría comenzar en la percusión, pero vives en un piso? Quizás prefieras una alternativa eléctrica a una acústica. La comunidad lo agradecerá. Tampoco tendrás que armar un pesado set de bombo, redoblante y platillo cada vez que te apetezca tocar.
Si ya has andado algún trecho en la música, quizás prefieras probar un nuevo son. Para no desembolsar demasiado dinero, las alternativas de ocasión son una excelente oportunidad. En caso de que vayas a darle uso en estudio, conviene priorizar la durabilidad, singularidad y eficacia del artefacto.
Para muchos, una guitarra eléctrica es el primer vínculo con la creación de música. Su porte, versatilidad e inconfundible sonido la convierte en sinónimo de rock and roll. Sin embargo, sus aplicaciones son diversas. Al momento de comprar una de ocasión, fíjate en lo siguiente.
En las guitarras eléctricas tiene mucha importancia el fabricante. Con un universo tan extenso de lutieres, elegir las alternativas de más trayectoria y fiabilidad suponen comprar sobre seguro. Si no te convencen, siempre encontrarán lugar en el mercado de ocasión, e incluso puede que no pierdas dinero.
Los vendedores, por lo general, conceden un período de devolución sin coste. En ese tiempo, asegúrate de afinar y calibrar a la perfección la guitarra eléctrica de segunda mano. Solo así estarás seguro de que reproduce el sonido que buscas.
Antes de comprar, toca el instrumento, pálpalo, busca arañazos, clavijas con defectos, desviaciones en el mástil… Asegúrate de que el puente y las pastillas están intactas. Si es para un niño, considera instrumentos de música de segunda mano y asegúrate de que los pruebe. Solo así se ajustará el diapasón a su medida.
Este punto va ligado al uso que se le dará al instrumento. No es lo mismo una herramienta de trabajo, en el caso del músico profesional, que otro para uso doméstico y esporádico del amateur. Lo mejor es armonizar el precio del instrumento con el compromiso invertido. ¿Cómo?
Establecer checkpoints es una herramienta interesante para no gastar de más. En función de las horas dedicadas a practicar, aumentarás la amortización del instrumento. Además, si sigues esa línea, tendrás un estímulo adicional para seguir tocando.
Si ya te dedicas a la música como carrera, lo mejor es ir a lo específico y singular. Aquí privará el instinto y las preferencias personales. Los instrumentos hechos a mano tienen, por lo general, un encanto incomparable. Si adquieres uno usado, comprueba que su desempeño, funcionalidad y precio son realmente diferenciadores.
Para dar los primeros pasos en cualquier ámbito, lo mejor es seguir el consejo de los profesionales. La mayoría de los músicos empiezan tocando un instrumento básico, como el piano, gracias a la facilidad que da para «sentir» la música. Optar por instrumentos de segunda mano es una forma de poner a prueba tu dedicación.
¿Aspiras a hacer de la música un oficio profesional? Quizás el rock and roll no es la mejor alternativa para empezar. Los trabajos más rentables en relación a la carrera musical involucran, generalmente, instrumentos clásicos. Aprender a tocar el violín, el violoncello, la viola o el contrabajo no solo son una marca distintiva, también son la vía más expedita a ganarse la vida haciendo melodías.
¿Te gustaría tocar el solo de Paranoid como lo hace Tony Lommi?, ¿o imitar la destreza infinita del habilidoso Jimmy Page? La ensoñación es una fabulosa forma de motivarte. Recuerda siempre que el músico hace el sonido, pero el instrumento influye.
Para quien se decanta por sonidos más clásicos, quizás sueñe con hacer sonar un violín como André Rieu o con igualar el frenetismo de Joshua Bell. No tengas miedo de imaginarte tocando como una leyenda. La mayoría de ellas empezó con una guitarra eléctrica de ocasión o un violín usado.