La vida del célebre compositor español Isaac Albéniz (1860-1909) posee abundantes elementos novelescos, muchos de los cuales —según afirman algunos estudiosos— fueron difundidos por el propio compositor para causar admiración entre el público. Visto fríamente, el hecho es que en su biografía hay muchos datos de dudosa autenticidad (por ejemplo, la afirmación de que haya conocido y estudiado bajo la tutela de Franz Liszt), aunque también otros que confirman verdades incuestionables, por ejemplo sus inicios como un niño prodigio de talento tan sobresaliente que hizo a los espectadores de su época dudar de la autenticidad de sus interpretaciones al piano.
Entre los datos verídicos sobre la vida de Isaac Albéniz está el hecho de que su relación afectiva con su padre fue terrible. El progenitor sometió a Isaac y a su hermana Clementina (1853-1946) a una severa educación musical que no aceptaba fracasos ni errores, lo cual hizo que el futuro compositor llegara a temerle y a detestarlo. Y aquí entran otra vez en acción las nieblas de la leyenda, porque el músico afirmaba que esta fue la causa de que, siendo todavía un jovencito, huyera de casa y, en Cádiz, se embarcara en un navío con destino a Buenos Aires, tocando el piano para pagarse el viaje. Sin embargo, los registros navales de la época confirman que en aquellos tiempos no había barcos que realizaran el trayecto Cádiz-Buenos Aires. En fin, inventada o no, esta es la anécdota que sirve como punto de partida a la película argentina Albéniz, dirigida en 1947 por el prolífico cineasta y músico italiano nacionalizado argentino Luis César Amadori (1902-1977), entre cuyas obras más conocidas se encuentran los tangos Alma de bandoneón, Madreselva y Ventanita Florida, además de películas como La pasión desnuda (1953), El grito sagrado (1954), La violetera (1958) y Mi último tango (1960).
Protagonizada por el famoso actor español radicado en Argentina Pedro López Lagar (1899-1977) como Isaac Albéniz y la actriz y cantante de tango argentina Sabina Olmos (1913-1999) como Rosa Jordana, la compañera sentimental con quien procreó tres hijos, Albéniz narra la vida del compositor español —desde sus inicios como pequeño talento hasta el reconocimiento internacional en la madurez y su posterior muerte a causa de una nefritis— de una manera fresca y entretenida llena de música, romance y anécdotas de esas con que le gustaba condimentar su biografía (por ejemplo aquella del concurso donde se premiaría al pianista cuyo estilo interpretativo se pareciera más al de Isaac Albéniz y en el que el propio Albéniz obtuvo el segundo lugar).
En su momento Albéniz obtuvo una gran cantidad de premios por parte de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, entre los que se incluyen Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor, además de menciones especiales a la actriz principal, el guionista, el director de fotografía y el director musical, entre otros. También obtuvo, en 1948, el Cóndor de Plata (premio otorgado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina) a la Mejor Película y fue uno de los títulos más esperados en el Festival Internacional de Cine de Locarno, Suiza, en ese año. Disfrútela el amable lector y decida con qué partes de la leyenda se queda y con cuáles no.
Fe de erratas: El pasado lunes 20 de abril se anunció en la programación semanal de Música en México que la película del día 25 sería La doble vida de Franz Schubert. Informamos que usted podrá disfrutar de dicho largometraje el primer sábado de mayo.