La ópera es un género musical que todo el mundo conoce e identifica. Sin embargo, siempre resulta un poco más complicado definirla correctamente.
Su principal característica es que se trata de un género teatral, ya que aparecen personajes que interpretan una obra. Eso sí, cantando. Y, en cuanto al terreno musical, se acompaña a los actores con una orquesta. Todo ello enmarcado dentro de la música clásica europea.
La ópera como tal surge en Italia. Sin embargo, puedes encontrar algunos antecedentes en la tragedia griega, por ejemplo, donde se mezclaban elementos propios del teatro con piezas o escenas más musicales. Pero la primera como tal fue Dafne de Jacopo Peri, escrita en 1597.
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Como verás a continuación, la ópera es un tipo de música con numerosos géneros y subgéneros.
Es un tipo de ópera napolitana que se desarrolló a mediados del siglo XVIII. Carlo Goldoni fue su principal representante.
Era una forma antigua de denominar a las óperas «serias». Es decir, aquellas que trataban una cuestión dramática. Algunas de las mejores creaciones se encuadran en este estilo. Como, por ejemplo:
Estas óperas eran de un solo acto. Y, como indica su nombre, tenían un toque humorístico o satírico. Se desarrollaron en Nápoles y Venecia.
Un tipo de ópera francesa de grandes dimensiones, con un amplio abanico de personajes y el tratamiento de complejos temas históricos.
Eran pequeñas piezas de estilo cómico que se realizaban en los intermedios de las obras más serias.
El contrapunto a la ópera seria. Lo más interesante, estilísticamente, es que en estas obras puedes encontrar recitativos. Es decir, partes del texto en las que se hablaba y no se cantaba.
Muy parecida a la ópera bufa. Tiene también un estilo cómico, fue propia de Francia y estaba dirigida a clases más populares. Y, generalmente, trataba temas de actualidad.
Este subgénero es muy curioso porque funciona como una parodia de la ópera clásica. Y, además, entremezcla varios tipos de canciones de todo tipo.
Son aquellas ideadas para ser representadas por pocos músicos (los de cámara) en lugar de la orquesta completa. De la misma manera, el número de personajes también suele descender, para amoldarse.
Este subgénero musical se desarrolló en Inglaterra, principalmente en el siglo XIX. Sus principales creadores (y casi los únicos recordados) fueron Gilbert y Sullivan. Lo más interesante de estas óperas es que anticipan la concepción moderna del musical (entre un estilo de música y otro tampoco media tanta distancia).
Un subgénero desarrollado en Francia en torno al siglo XVIII. Lo más característico que tienes que saber es que introducían el ballet, y le quitaban emotividad y dramatismo al texto. Buscaban algo que fuese puro entretenimiento.
Una de las opciones más interesantes. Se desarrolló entre París y Viena, y lo que más la define es que se trata de historias disparatadas o absurdas. Utilizaban ese elemento casi surrealista como un componente para hacer reír y sorprender.
Esta obra se realizaba en tres actos. Era un contenido bastante más suave, y tuvo especial éxito en Francia, donde se empezaron a producir.
Como has podido ver, los tipos de óperas son muchos y muy diferentes, aunque las bases suelen ser las mismas: una música de orquesta y un canto por encima. Algunos subgéneros eran más espectaculares y otros tenían una vocación más cultural o intelectual. Pero, eso sí, sea cual sea el tipo de óperas que escuches, piensa que tienen un gran valor artístico.
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